jueves, 27 de diciembre de 2012

ANALOGÍA DEL PASTOR Y LAS OVEJAS #2


En la 1ra parte de esta enseñanza fuimos a Juan 10, y vimos cómo Jesús se paró firme en contra de los fariseos, en el intento que hicieron de apedrear a una mujer sorprendida en adulterio y en excomulgar al hombre ciego de nacimiento. Ahora, Jesús enseñará la parábola del pastor y las ovejas. Jesús hablará a los fariseos en presencia de otros para el aprendizaje de ellos, Jesús dice:

Juan 10:1:

De cierto, de cierto [esta es la figura literaria epizeusis: duplicación] os digo [La frase "De cierto...os" denota una declaración solemne y vehemente]: El que no entra por la puerta [pasadizo] en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador.

No es raro que por la noche las ovejas se apiñen cuando están a campo abierto, cuando no hay peligro, mientras los pastores velan por ellas (como en el nacimiento de Jesús en Lucas 2). Sin embargo, durante la noche, en distritos donde hay peligro de ladrones y de bestias salvajes, el corral de ovejas se transforma en un lugar de protección, de refugio, para éstas. El Corral de ovejas o redil es un recinto amurallado y simple. En un esfuerzo para proteger más el redil, en la parte superior de las paredes se pone leña ligera con espinas. Varias manadas pueden usar el mismo redil.

Juan 10:2,3:

Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. A éste abre el portero [el guarda de la puerta], y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca.

Las ovejas eran muy especiales en la cultura bíblica, tanto como los perros en la nuestra. Se les ponía nombres y venían cuando se las llamaba. Recuerde que cuando Natán confrontó a David en 2 Samuel 12, él le habló sobre un hombre que tenía sólo una corderita, que era preciosa para él; que él había comprado y criado, y que había crecido con él y con sus hijos juntamente, comiendo de su bocado y bebiendo de su vaso, y durmiendo en su seno; y la tenía como a una hija. Las ovejas eran muy especiales en esta cultura. David era pastor y se indignó cuando Natán le contó esto. Natán llegó al corazón de David cuando le contó la historia de la corderita.

Juan 10:4,5:

Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. [El pastor se ha probado a sí mismo, vez tras vez. Con regularidad las llevaba a pastos verdes y ellas estaban más que listas a seguirlo.]

Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.

Los hijos de Israel debían conocer a Dios y obedecer Su voz del mismo modo en que las ovejas le obedecían a su pastor.

Deuteronomio 30:2, 8, 10, 20: Y te convirtieres a Jehová tu Dios, y obedecieres a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma,

Y tú volverás, y oirás la voz de Jehová, y pondrás por obra todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy. cuando obedecieres a la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y

sus estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te convirtieres a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.

amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es

vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que

juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.

En cambio, el Faraón egipcio incrédulo no conocía a Jehová como su pastor, y él se

rehusó a obedecer su voz.

Éxodo 5:2:

Y Faraón respondió: ¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a

Israel? Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel.

Estas personas deberían haber conocido y entendido esta parábola, pero no lo hicieron.

Juan 10:6: Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron [ginosko: conocer por

experiencia] qué era lo que les decía.

Estos fariseos no conocían por experiencia el cuidado y la preocupación que existe en el corazón de un verdadero pastor; no entendieron la parábola. Sin embargo, el hombre ciego de nacimiento sí la

entendió. Él sabía por experiencia cómo Jesús había salido a buscarlo, del mismo modo como un pastor lo hubiera hecho por una oveja perdida. Él sabía cómo el pastor consolaría y sanaría a su oveja. Pero estos fariseos no tenían ni idea. No lo podrían entender, así es que Jesús afectuosamente se los explica.

Juan 10:7-10:

Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo [ahí está esa frase

nuevamente]: Yo soy la puerta de las ovejas.

Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron

las ovejas.

Yo soy la puerta; el que por mí entrare [por ejemplo, entrar al redil], será salvo; y

entrará, y saldrá, y hallará pastos [será alimentado].

El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que

tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

El ladrón es uno de los nombres del adversario, el diablo. Thayer dice: “El nombre es transferido a los falsos maestros que no se interesan en instruir a los hombres, sino que más bien abusan de su confianza por ganancia personal”. El pastor verdadero sirve por amor; y los ladrones, los falsos pastores, van tras su ganancia personal ¡He aquí la diferencia entre lo falso y lo genuino! Esto fue elaborado en detalle en Ezequiel 34.

Ezequiel 34:1-4:

Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y di a los

pastores: Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se

apacientan a sí mismos! ¿No apacientan los pastores a los rebaños?

Coméis la grosura, y os vestís de la lana; la engordada degolláis, mas no

apacentáis a las ovejas.

No fortalecisteis las débiles [eso es lo que un pastor debería hacer], ni curasteis la

enferma; no vendasteis la perniquebrada, no volvisteis al redil la descarriada, ni

buscasteis la perdida, sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y

con violencia.

La preocupación número uno del pastor debería ser el bienestar del rebaño. Sin embargo, estos pastores no estaban llevando a cabo el trabajo por lo que podrían dar; sino más bien, por el bien personal que podrían llegar a sacar de él. El versículo cuatro claramente demuestra lo que le sucedió al hombre ciego de nacimiento. Los fariseos no lo trataron con compasión. Por el contrario, lo trataron con una tremenda crueldad porque se rehusó a sucumbir a sus amenazas y habló la verdad referente al pastor verdadero.

Ezequiel 34:5-16:

Y andan errantes por falta de pastor, y son presa de todas las fieras del campo, y

se han dispersado.

Anduvieron perdidas mis ovejas por todos los montes, y en todo collado alto; y en

toda la faz de la tierra fueron esparcidas mis ovejas, y no hubo quien las buscase,

ni quien preguntase por ellas.

Por tanto, pastores, oíd palabra de Jehová:

Vivo yo, ha dicho Jehová el Señor, que por cuanto mi rebaño fue para ser robado,

y mis ovejas fueron para ser presa de todas las fieras del campo, sin pastor; ni

mis pastores buscaron mis ovejas, sino que los pastores se apacentaron a sí

mismos, y no apacentaron mis ovejas;

por tanto, oh pastores, oíd palabra de Jehová.

Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo estoy contra los pastores; y demandaré

mis ovejas de su mano, y les haré dejar de apacentar las ovejas; ni los pastores

se apacentarán más a sí mismos, pues yo libraré mis ovejas de sus bocas, y no les

serán más por comida.

Porque así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo, yo mismo iré a buscar mis

ovejas, y las reconoceré.

Como reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio de sus ovejas

esparcidas, así reconoceré mis ovejas, y las libraré de todos los lugares en que

fueron esparcidas el día del nublado y de la oscuridad.

Y yo las sacaré de los pueblos, y las juntaré de las tierras; las traeré a su propia

tierra, y las apacentaré en los montes de Israel, por las riberas, y en todos los

lugares habitados del país.

En buenos pastos las apacentaré, y en los altos montes de Israel estará su

aprisco; allí dormirán en buen redil, y en pastos suculentos serán apacentadas

sobre los montes de Israel.

Yo apacentaré mis ovejas, y yo les daré aprisco, dice Jehová el Señor.

Yo buscaré la perdida, y haré volver al redil la descarriada; vendaré la

perniquebrada, y fortaleceré la débil; mas a la engordada y a la fuerte destruiré;

las apacentaré con justicia.

¡Esto es la Palabra! Recuerde que en Juan 9:39 Jesús dijo: Para juicio he venido yo a este mundo. Él vino a traer la Palabra de Dios para liberar a la gente de Dios. Él salió a buscar a los que necesitaban ayuda; y de los que vinieron a él en busca de ayuda, no rechazó a ninguno. (Juan 6:37)

Ezequiel 34:28:

No serán más por despojo de las naciones, ni las fieras de la tierra las devorarán;

sino que habitarán con seguridad, y no habrá quien las espante.

Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos (Hebreos 13:8). Él no ha cambiado. Como Príncipe de los pastores todavía está activo y viviendo siempre para interceder por los santos (Hebreos 7:25). ¿Cree usted que Dios quiere que Sus pastores actúen hoy de un modo diferente?

1 Pedro 5:1-4;

Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y

testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria

que será revelada:

Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por

fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto;

no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo

ejemplos de la grey.

Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona

incorruptible de gloria.

Existe una diferencia entre el pastor verdadero y el ladrón. En la próxima enseñanza leeremos el resto de la analogía del pastor y las ovejas en Juan 10; y veremos cómo el buen pastor guía el rebaño debido a un compromiso hecho libremente y cómo pone el bienestar del rebaño por encima de cualquier aprovechamiento de ganancia personal.

CONTINUAREMOS CON LA PARTE #3…

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